GENOCIDIOS OLVIDADOS
Cuan maravilloso sería que nadie tenga que esperar un sólo momento antes de comenzar a mejorar el mundo –Ana Frank
A lo largo de la historia, las naciones han sido fiel testigo de la matanza de miles de personas. Muchos países han permanecido simplemente observando hasta el fin del tormento convirtiéndose en los más temibles cómplices, algunos otros han reaccionado ante terribles genocidios, sin embargo el hacer algo o no queda en segundo plano cuando de olvido se trata. Todas y cada una de las naciones han callado, han permanecido en el silencio para luego olvidar.
Armenia
Siendo Armenia todavía parte del Imperio Otomano y buscando su independencia, un grupo minorista de armenios decidieron alinearse con los rusos con el fin de atacar al Imperio. Este hecho basto para que el gobierno otomano ordenara la deportación y matanza masiva de toda la comunidad de Armenia pues representaba una “amenaza” para el gobierno Otomano. Durante este proceso, miles de personas perdieron la vida, no sin antes sufrir en largas caminatas en donde eran terriblemente maltratados. En todas estas caravanas estaban incluidos mujeres y niños quienes desconocían el origen del conflicto.

Camboya
Al llegar al poder, el Jemer Rojo pretendía reestructurar a Camboya y convertirla en una sociedad agraria comunista. Para lograr sus objetivos obligó a todos los ciudadanos a trasladarse a los campos en donde realizaban trabajos forzados y eran brutalmente maltratados. Debido al traslado miles de familias quedaron divididas y los jóvenes eran llevados a lugares de adoctrinamiento. La religión fue prohibida, escuelas y fábricas fueron clausurados y los libros confiscados.
Guatemala
Durante el gobierno de Lucas García se suprimieron los derechos de los indígenas pues se consideraban ignorantes y manipulables, esto hizo que movimientos sociales promovieran su integración a la política. Dicho hecho desató el descontento del gobierno provocando que iniciara la matanza de miles de comunidades indígenas, eran torturados, violados y asesinados. Se quemaban casas y cultivos, destruían templos y contaminaban las fuentes de materia prima. En muchas ocasiones, se cercaban las aldeas con el fin de no dejar ninguna salida y así poder acabar definitivamente con ellos.

Aspectos políticos, económicos y sociales han sido los motivos principales que han llevado a la humanidad a convertirse en la especie más sanguinaria, pues lejos de matar para sobrevivir, mata por diferencias ideológicas, búsquedas del poder o por líneas divisorias en la tierra. Desgraciadamente, estas historias sólo quedan escritas y guardadas en el olvido, pues claro está que estos actos no han sido lección de enseñanza, por el contrario, siguen repitiéndose a lo largo de los años y sólo nos comprueban el miedo que debemos sentir de nuestra propia especie.