UN DÍA EN La Salle | Mi Primera Noche Colonial
12 de marzo; estuve ahí puntualmente a las 11 de la mañana, tenía que estarlo pues mis créditos incluían asistir desde temprano.
Por ser sábado y levantarme en ese horario, sinceramente no tenía ánimos de ir, y cuando llegue todo parecía muy desierto.
Dude que fuera a llegar más gente. Sin embargo por años he oído que se menciona mucho esta celebración lasallista en la cual desfilan sin fin de estudiantinas, las cuales consideran bastante especial el hecho de ser invitados por nuestra universidad.

Así que transcurrió el día, y todo lo que veía se me antojaba, olía tan rico que no resistí y probé los tacos al pastor, las malteadas, y bueno a cada paso quería comprar todo ya que tenía un aspecto muy limpio y rico, lo único de lo que puedo quejarme es de los precios, la verdad las cosas estaban algo caras y por lo mismo me limité mucho a consumir más.
Sin embargo continúe observando cada rincón, que estaba muy bien organizado, todo marchaba excelente, y a pesar de ser un evento grande no note algún conflicto, más el que sufrían los pobres niños de la estudiantina que traían corriendo porque se les hacía tarde, y los papás a un lado de ellos padeciendo el mismo estrés.

Conforme fue pasando el día, y al llegar la tarde y voltear a mi rededor, observe que ya había mucha más gente. Y en su mayoría empezaban a llegar chicos de entre 16 y 17 años. Todos muy arregladitos por cierto y me acorde de cuando en la secundaria iba a esos eventos para ver al chavo que me gustaba.
Me entretuve viendo a algunos que se apenaban al verse con las chicas, así como estas se pavoneaban al pasar enfrente. La verdad fue un momento muy cómico, en el que me sentí vieja, pues ahora me sentía absurda si regresará a lo mismo.
Y ahí terminó mi estancia es esta celebración, al ver el ambiente de la tarde me daban ganas de quedarme, pero mis pies ya no aguantaban más, había estado todo el día parada y lo único que quería era descansar.
Pero ahora ya viví la famosa noche colonial La salle, para que nadie me lo cuente.