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Una última visita a Hiroshima

El presidente Barack Obama realizó una visita gubernamental a Hiroshima

El pasado viernes; es un viaje cuya planeación tomó varios años para llevarse a cabo, y ¿Quién era el más apto para representar a la nación estadounidense? Evidentemente el todavía dirigente de tal país, Barack Obama, que se caracteriza por su reconocimiento a los eventos históricos que forjaron la gloria de esa nación.

La trascendencia de la visita es que es la primera vez que un presidente americano, durante su mandato vigente, acude a esta ciudad japonesa.

Aunado a esto, Obama mostró empatía por la masacre atómica que ocurrió ahí, la forma en que el poder militar estadounidense mostró su ira sin necesidad alguno, puesto que la segunda guerra mundial, al momento del ataque, ya había sido ganada por los Aliados.

El presidente Barack había expresado en la G-7, que consiste en una reunión de los líderes de los países que conforman las potencias mundiales, sus planes de realizar este viaje presidencial a Hiroshima, cuyo fin último era mostrar los riesgos reales que conlleva el empleo de armas nucleares y la preocupación que la población Global debe tener en mente por este tipo de armamento.

Se refirió seriamente al bombardeo nuclear en esa ciudad japonesa como: “Un punto crucial en la historia moderna” y que “Los efectos de lanzar bombas nucleares sigue siendo algo que la mente humana sólo puede imaginar”.

La mayor problemática que había tenido el gobierno de Estados Unidos para organizar este viaje recaía en los puntos de vistas evidentemente hostiles y fundados con obvia razón, de los japoneses residentes. Obama fue aconsejado para que se desistiera de esta visita pero el actual presidente insistió en que debía mostrar la empatía que le originaba aquella situación histórica.

El equipo político de Obama analizó todas las variantes, factores, implicaciones y peligros que conllevaba realizar esta visita política pero al final decidieron que era el momento de llevarla a cabo.

El resultado fue mejor de lo que se pudo prever, la ceremonia que se llevó a cabo fue “increíblemente poderosa, conmovedora y la población japonesa no solamente mostraron su apoyo y aprobación a la visita de Obama, sino que les conmovió que el mayor representante de los Estados Unidos

estuviera presente en la conmemoración al día de los bombardeos”. Así afirmó el Secretario de Estado John Kerry.

Sin lugar a dudas este fue un movimiento político muy acertado por parte de Obama, que en el umbral de su salida del mando de Estados Unidos, se ha esforzado enormemente por unir a su país con el resto de la población global; Ha comenzado a romper las murallas que existían entre varios países con la finalidad de que la raza humana sea solidaria entre sí, porque entre nosotros mismos está el lobo del hombre.

El premio nobel de la paz, Barack Obama sabe que “las paces se hacen con los enemigos, no con los amigos”.

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