El Vilsito, deleite infinito
Este lugar, localizado en la Colonia Narvarte, de día no promete mucho; debido a que es una especie de Taller Automotriz, sin embargo, durante la noche y hasta la madrugada; se vuelve una taquería, con tres trompos de pastor, alrededor de 16 taqueros en hora pico y en un lugar bien ubicado en avenida Universidad, casi esquina eje 5.

La especialidad es el proverbial y suculento pastor, una carne cuidadosamente cocida a fuego medio, un ambiente fresco, en dónde el taquero sonriente se refiere servicialmente a ti como "Gallo", e incluso si se te cae el agua de horchata, por comer parado en la calle (al no encontrar lugar en el concurrido y cotizado restaurante) amablemente hay veces que te dan otro vaso, cortesía de la casa. Volviendo a la comida, hay tres formas de comer el pastor, que además se va derritiendo en su juguito, con un sazón invariable, en el que falta voluntad para dejar de pedir un taco de pastor, una gringa de pastor con tortilla de harina y piña, cebolla y cilantro, o también se puede probar en su modalidad en torta, con una porción generosa de aguacate, quesillo, rajas, jitomate, mayonesa y un par de bolillos con mantequilla untada, para agarrar buen sabor.

Para bajar la tomadera, es infalible, al igual que en ambiente amigable. O por llanamente hambre
Claro que un taco sin salsa no es apto para "TACOMPETENCIA." Por ello la salsa, al ser exquisita, nos hace pecar de gula, pues mantiene el equilibrio en su fórmula de sabor, picante y sazón que te fuerza a seguir con la orden. Recomendado ampliamente, y para comer y llenarse considero que con $200, será suficiente para forjar una sabrosa adicción en las papilas gustativas.
¡Provecho!